domingo, 5 de febrero de 2017

Bonifacio dijo que no tomó alcohol durante la celebración del cetro azul.Emilio Bonifacio estaba de rodillas pidiéndole a Dios por la vida de su hijo Gael, que con apenas días de nacido tenía serios problemas en su hígado. Su esposa, Coralina, estaba en el otro extremo del pasillo desconsolada, mientras un personal médico hacía todo lo posible para evitar una noticia nefasta en la ciudad de Miami. 


“En ese momento le dije al Señor que me quitara todo: mi casa, finca, dinero en el banco, todo, que no me importaba comenzar de cero, pero que me dejara vivir a mi hijo”, relata Bonifacio a elCaribe. A pesar de esa petición, cuenta el veterano de Grandes Ligas, el rostro de su vástago se tornaba color púrpura, una señal desfavorable en un momento de apuros.


“Fue entonces cuando volví a hincarme y entonces le pedí perdón a Dios por todo, prometí un cambio en mi vida si me complacía con lo de mi hijo porque los médicos no paraban de trabajar, pero el niño no respondía. Al poco rato el niño se normalizó, y aunque mi esposa y yo no dejamos de llorar por un buen rato, vi la señal de que todo sería un cambio para bien”, dice el utility que ha vestido la franela de ocho conjuntos en las Mayores.

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